San Francisco Javier – Satevó
Satevó en tarahumara significa, arenal o sobre la arena, y tal pareciera que esta misión ha sido erigida en circunstancias tan endebles como la arena, pues consecutivamente era incendiada y destruida, para luego volverse a reedificar. Todavía durante la Revolución Mexicana, el guerrillero Francisco Villa la incendió, pero, como el ave Fénix, nació Satevó de sus cenizas.
En 1639, después de la fundación de San Felipe, sobre el Conchos, los padres Jerónimo Figueroa y José Pascual siguieron las indicaciones que les dio el padre Juan de Heredia desde que acompañó al capitán Barraza para la pacificación de los tarahumaras. Así pues, en vista de lo poblado de indios en las riberas de los ríos que fluyen al San Pedro, más la cercanía de las misiones ya creadas por los franciscanos en las inmediaciones, decidieron fundar una misión que, en cierto modo, sirviera de límite al campo de evangelización que se les había encomendado a los jesuitas, específicamente la nación tarahumara. La dedicación del templo se hizo hasta el 2 de junio y en la misa solemne predicó en lengua tarahumara el padre José Pascal. La fiesta culminó con regocijos: “y a todos corrieron gallos entre los indios, escaramuzaron y corrieron caballos” concluyendo con sus bailes y tiempo después con el incendio del templo. En 1665 se quiso restaurar las misiones el padre Figueroa escribe en una carta: “Corrieron voces de que los indios intentaban matar al padre, el cual tratando de ponerse a salvo y asegurarse, al salir vio el P. Sarmiento, algunos de ellos y le causó ternura a su vista, que fueron sus ojos fuentes de lágrimas, todo suspiro, todos sollozos por lo que, aunque salió volvió al Partido”. En realidad, por el pánico que le causaban las depredaciones de los indios tobosos muy cerca de Satevó, huyó de la misión, aunque posteriormente se arrepintió y regresó.Origen:
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En el último siglo el templo ha cambiado notablemente su forma original. El templo se incendió durante la revolución a principios del siglo XX y solamente los muros se salvaron. En 1947 el templo fue reconstruido, incluyendo la techumbre actual, el piso de concreto terminado con mosaicos de base de cemento, las ventanas y puertas de madera. Los muros interiores y exteriores fueron aplanados por primera vez en este tiempo y esculturas de cantera se retiraron de las columnas de cantera, aunque el escrito en latín es todavía legible.
Los esfuerzos constantes de la comunidad y los diferentes órganos de gobierno han sido insuficientes para la escala e importancia del Monumento, los cambios de administración y recortes al presupuesto han ocasionado que este recurso fluya lentamente y en menor medida.
Contribuir a la rehabilitación del inmueble, consolidando los elementos estructurales y arquitectónicos que lo identifican como un Monumento Histórico, asegurará su conservación y valoración por nuestra y las generaciones venideras. Durante la ejecución de este se recuperaron: elementos de identidad, sensibilizando a la comunidad en la preservación, el respeto del patrimonio artístico y el significado histórico y cultural del templo. La capacitación a la mano de obra local en oficios tradicionales permitirá la profesionalización, dando oportunidad a una mejor remuneración económica por su trabajo y un mejor aprovechamiento de sus recursos naturales.
INVERSIÓN 2,101,000.00 pesos
ETAPA I
- (SECTUR 2008)
- (FOREMOBA 2009, 2010, 2014)
- (GOBIERNO DEL ESTADO 2019)
- MISIONES COLONIALES DE CHIHUAHUA A.C
Gracias a la participación de CONACULTA, a través del programa FOREMOBA, en el año 2008 fue posible realizar la primera etapa de los trabajos de restauración, los cuales consistieron en recuperar los aplanados en la cúpula, restitución de terrados en presbiterio y capillas laterales del crucero.
Contacto en el lugar:
Pbro. Jorge Rubio
(614) 235 5140