A finales del siglo XVII existía en este lugar La Misión de Santa Isabel de Tarahumares que asistía a 6 pueblos, la cual fue destruida en las rebeliones tarahumaras del siglo XVIII, para luego ser reconstruida.
En 1828 Santa Isabel figura como Vicaría y con un solo sacerdote atendiéndola, en esta época solo existían 6 misiones en el territorio, Bachíniva, San Andrés, Santa Isabel, Bobonoyaba, Santa Cruz de Tapacolmes y Nombre de Dios. Este templo aun de origen misional fue también destruido para dar pie en 1845 al templo diocesano que existe actualmente.