El 26 de mayo de 1641 se estableció una reunión cumbre de gobernadorcillos, se discutieron asuntos referentes a varios lugares y personas de los que ya tenía contacto con los españoles y los padres. Fue aquí que se originó la fundación de San Lorenzo.1 Este quedó integrado al partido de Satevó, a causa de que esta comunidad ya recibía servicio en las misiones de Santa Isabel, así que no se consideró cabecera de misión. Sin embargo, San Lorenzo tuvo una especial relevancia, pues se consideraba el punto más septentrional rumbo a la sierra que servía como límite a las misiones de la Baja Tarahumara y, en cierto modo la puerta para continuar la evangelización hacia la Sierra cuando los medios fueran propicios.1 Entonces años después de la secularización de Satevó, en el año 1758 el obispo Tamarón lo nombra cabecera. “Tiene este pueblo de San Lorenzo 152 familias de indios y en ellas 589 personas… En toda la feligresía de este curato de San Lorenzo, están repartidas 85 familias de españoles, que se componen de 345 personas. Son sus visitas: Santa María de las Cuevas y Santa Rosalía con 246 personas.”1 El templo se encuentra actualmente ubicado en intersección de las calles Felipe Ángeles, 8va, Nicolás Bravo y 2da. Al frente se observa una plaza con un quiosco, jardines y mobiliario urbano.
El templo cuenta con algunas obras de arte novohispano relevantes, siendo una de ellas la escultura Cristo a la columna, la cual data del siglo XVIII y está fabricada a base de madera policromada. La imagen corresponde al episodio de la flagelación de Cristo y está tallada en madera de pino a la que se le aplicó el tradicional enlenzado con el fin de tener una superficie homogénea y amortiguar el movimiento entre la madera y las capas de policromía.2
1.- Fragmentos del libro de ZACARÍAS MÁRQUEZ, MISIONES DE CHIHUAHUA SIGLOS XVII Y XVII. Apartado III: Misiones Jesuitas, página 75 – 78.
2.- Fragmento del libro El Arte de las Misiones del Norte de la Nueva España, Clara Bargellini (2009), página 229.