San Carlos Borromeo – Manuel Benavides
San Carlos Borromeo - Manuel Benavides


En 1773 se establece el presidio militar de San Carlos del Cerro Gordo, ordenado por el coronel Hugo O´Connor, inspector general de presidios de la Nueva Vizcaya, orden que asumió el capitán Manuel Villaverde. El origen del nombre del presidio, según indica el Ing. Montoya, se debió al nombre del rey Carlos III de España. El complemento “Cerro Gordo” se debió al antiguo presidio al que pertenecía la unidad militar, el cual se encontraba en Cerro Gordo, Durango, entre Tepehuanes y Conchos, para explorar las tierras y se corriesen las campañas. Decidido el traslado de los presidios meridionales de la Nueva Vizcaya al margen del río Grande, el capitán Manuel Villaverde se movilizó siguiendo con el “Reglamento e instrucción para los presidios que se han de formar en la línea de frontera de la Nueva España, resuelto por el rey nuestro señor en cédula de 10 de septiembre de 1772”, derivado de los aportes de Rubí y de Lafora, sirviendo de retén para los ataques de los indios Apaches, Mezcaleros y Comanches.
Probablemente la forma y proporción del templo hayan sido tomadas de templos que eran conocidos por los nuevos pobladores de San Carlos, tales como el templo de San Carlos Borromeo en la Villa de Aldama o algunas otras en Texas, como San Juan Capistrano. Sin embargo, la capilla, se puede decir, contaba con la expresión propia de la arquitectura del desierto. En cuanto a distribución de espacio y ubicación urbana, sigue manteniendo la relación de los templos de las villas españolas de finales del siglo XVIII.
Agradecemos infinitamente al prof. Juventino Juárez Acosta, quien atentamente nos hizo llegar el texto “Historia de un Pueblo San Carlos”, elaborado por el Ing. Jorge Montoya Lujan, escrito de donde se basa mucha de lo aquí descrito, debido a que es el único texto que cuenta con referencia en documentos y archivos históricos.
Montoya Lujan, Jorge Luis, “Historia de un pueblo, San Carlos”; Pp.
Villa española
XVIII
Manuel Benavides
Manuel Benavides
Inmueble, mueble
Adobe
Plana
Simple

El rescate de un inmueble de arquitectura sencilla, pero que guarda la memoria del momento social, político y económico en que fue erigido, coadyuvará en el fortalecimiento de la identidad y, sin duda, proyectará a las próximas generaciones el origen virreinal de la sociedad del noreste del estado de Chihuahua.
Uno de los cambios distintivos actuales del templo es, sin duda, su espadaña. Este elemento, de proporciones poco comunes, es una modificación a la original de forma cuadrada con dos campanarios y rematada con un semicírculo. Dicha espadaña fue reemplazada por una más esbelta de un solo campanario y dos pináculos, los cuales fueron recubiertos con ladrillo industrial.
Probablemente, junto con la modificación de la espadaña, se modificaron los recubrimientos interiores y exteriores, siendo este último el más significativo, ya que se cambió el aplanado de cal-arena por un recubrimiento de pizarra asentada con mortero de cemento-arena. Estos cambios probablemente se realizaron entre 1965 y 1985, tal vez como una manera de reflejar el progreso que la minería había dejado, ya que los materiales y el registro fotográfico muestran que, antes de estas fechas, el edificio contaba con aplanados de cal-arena. La última década ha representado, en cuanto a cambios, la adición de molduras y vistas de concreto, semejando la arquitectura decimonónica e imitando aplicaciones de yeso, inclusive introduciendo, en dichas molduras, claves de arcos rebajados.
INVERSIÓN: 480,000.00 pesos
ETAPA I $150,000.00 (2009)
Se retiró el falso plafón de la nave central y presbiterio, encontrándose vestigios de que tenía cielo de manta, ya que los bastidores todavía se conservan. Se retiró la techumbre de lámina galvanizada de la nave central, baptisterio, oficina y sacristía.
Se retiró casi el 70% de la piedra caliza que cubre las fachadas de los muros laterales y de la sacristía. Se retiró una sección del barandal metálico de la fachada oeste para hacer las maniobras de retiro de la piedra caliza y evitar que se dañara la herrería.
En donde se encontraron las grietas, se abrieron cajas para colocar candados de madera tipo “H” en la esquina derecha del presbiterio y en la unión con la sacristía.
Se redujo el claro de las ventanas en sacristía y baptisterio, así como se clausuró el acceso externo a este último. Se retiró el aplanado de concreto en el interior de lo que posiblemente fuera el baptisterio, encontrándose que al muro de adobe le faltaba gran parte de su sección, por lo que, a continuación, se iniciaron los trabajos de reposición de piezas del muro de adobe.
Se demolió parcialmente el murete de concreto que sostiene los postes metálicos del barandal perimetral.
Se retiró el firme de concreto en el baptisterio. Se inició la clausura con piezas de adobe en el que fuera el acceso lateral al baptisterio. Se retiró el pretil de concreto detrás de la espadaña y de los pináculos laterales.
Se inició el retiro de la estructura de madera de la techumbre.
- Comunidad
ETAPA II $330,000.00 (2010)
Colocación de injertos de adobe y piedra en las bases de los muros y en el baptisterio. Retiro del terrado de la sacristía y de la tableta; se removieron tablas de concreto y block.
Se realizó un taller con los trabajadores, con el apoyo del maestro albañil José del Refugio Becerra, sobre aplanados de mortero de cal en interiores y exteriores.
Se reinsertó la esquina de la sacristía con piedra y adobe. Se fumigó y colocó todo el quiote. Se colocaron 5 gárgolas en la nave principal y se avanzó con la construcción de pretiles a base de piedra laja y mortero de cal. Zapeado de mortero de cal sobre los muros.
- Comunidad
- Municipio
- MCC
- FOREMOBA
Gracias a la preocupación del presbiterio Carlos Estrada, así como de la comunidad de Manuel Benavides, por la situación de estabilidad estructural en que se encuentra el edificio del templo de San Carlos Borromeo, se realizó la solicitud a la Asociación Civil Misiones Coloniales de Chihuahua para dictaminar el estado de conservación y realizar el proyecto de intervención para la puesta en valor de dicho templo. Lo anterior, debido a los cambios y remozamientos que la comunidad está interesada en hacer al inmueble.